Las urgencias en el Madrid de Ayuso.

Leer la descripción de las urgencias madrileñas en la web de Madrid Salud es respirar aliviados; todo parece bajo control: (enlace). Los dos primeros párrafos ponen por delante la responsabilidad de la ciudadanía y dejan en un sospechoso segundo plano «los recursos del sistema«. Sorprendente argumentario para una Región que presume de ser el motor económico del país, y por tanto, debiera estar sobrada de poderío y no de falta de recursos.

Lo demás viene aliñado por dosis ingentes de sentido común. Existe una red de Puntos de Atención Continuada (PAC), que hacen las veces de centros de salud a pequeña escala, a los que recurrir en caso de necesidades leves: curas de enfermería, y poco más, para las horas en las que los Centros de Salud están cerrados, y otros, con médicos, para necesidades algo más importantes, que requieran algún tipo de diagnóstico y, en su caso, obtener una receta. Y, finalmente hay urgencias hospitalarias para atender precisamente, urgencias de las de verdad: «pacientes agudos y graves».

Centros Sanitarios 24 horas. Puerta del C.S. Espronceda.

¿Todo perfecto? ¿Damos una vuelta por la zona gris?. Imaginad dos ejemplos muy comunes, que puede afectar a un adulto o a niños. Infección dental o de oído. Normalmente suele ir yendo a peor y todos tendemos a posponer la visita al centro de salud (el tiempo de espera para que nuestro médico nos atienda sigue siendo de más de una semana). Para conseguir una receta, pongamos de antibióticos, necesitamos un médico. En Tetuán, un fin de semana por la noche, eso nos deja dos opciones: La Paz (o el Ramón y Cajal), y Pirámides. En este último, al menos hace pocos meses, no había médicos. Este fin de semana estuvimos en la puerta y el cartel advirtiendo de la situación, ha desaparecido. Pero la opción menos mala, es sin duda La Paz. Si nuestra cara de dolor es lo bastante expresiva, pasaremos el triaje y nos atenderán rápido. Lo correcto, para evitar saturar unas instalaciones que debieran estar para otras cosas, serían los PAC. Pero ni en Isla de Java ni Espronceda van a extendernos una receta. El viaje será en vano.

Cuando cerraron las urgencias ambulatorias del Centro de Salud La Ventilla sabíamos qué estaba pasando. Y muchas vecinas, también. Por eso un centenar de personas se congregaron en la puerta (Instagram IU Tetuán), y por eso, tiempo después, Madrid vivió la mayores manifestaciones en mucho tiempo, aparte del 8 de marzo o el 28 de junio (las citas feminista y LGTBI). Noviembre de 2022 y marzo de 2023. La Sanidad Pública en nuestra región, y más específicamente en nuestro barrio, iba a ser mucho peor después de las «mejoras» de Ayuso. Debemos recordar que hay en el horizonte una reforma nuestro hospital referencia, La Paz, que se alargará durante años. Que el edificio de José Marvá será demolido y rehecho. Y que la alternativa pasa por tener las consultas externas o los especialistas en el Zendal, a 11 kilómetros, durante años. Que el Centro de Salud Villaamil lleva más de dos años cerrado.

Que la memoria no nos traicione y todos los agravios nos ayuden a salir de esta.


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