SI LUCHAS PUEDES PERDER, SI NO LUCHAS, ESTAS PERDIDA.
Petra Cuevas
Desde la Agrupación de Tetuán del Partido Comunista de España, queremos expresar nuestro pesar por la pérdida de nuestra camarada Petra Cuevas y unirnos al dolor de su familia.
Nacida en Orgaz (Toledo) en el seno de una familia obrera, emigra a Madrid con tan sólo 12 años, y aquí comienza a trabajar a tan temprana edad como costurera, y posteriormente como bordadora, oficio en que alcanza un alto grado de perícia, y demuestra un entusiasmo que siempre estuvo presente en todas las facetas de su vida
Despierta a la conciencia política de la mano de su hermano, miembro de la JSU y del PCE, fallecido defendiendo París frente a ejército nazi. Pronto se afilia al sindicato de la Aguja, del que llega a ser presidenta, y al PCE en el que forma parte del Comité Provincial, junto a Dolores Ibárruri.
Acabada la guerra, continúa trabajando en la reconstrucción del Partido en la clandestinidad. Al ser detenida, comienza para ella un largo peregrinar por diversas cárceles franquistas en las que sufre brutales torturas, privaciones y la pérdida de su hija.
Puesta en libertad definitivamente, se traslada a Tetuán, donde con mucho esfuerzo consigue montar un pequeño taller de bordado, con el que logra subsistir en las duras condiciones de postguerra, y forma una familia. Nunca abandona su lucha y colaboración con sus camaradas del PCE en la clandestinidad, aunque la estrecha vigilancia de la policía franquista hace que su trabajo en el Partido sea menos abundante.
Llegada la democracia, retoma con la fuerza y la constancia de siempre su militancia en el Partido, se encuadra en la Agrupación de Tetuán, e incluso consigue un local de reuniones para su Agrupación, que se encarga de mantener abierto tarde tras tarde, compartiendo su sabiduría con todos y todas sus camaradas, a quienes transmite su ilusión y su alegría, y aníma con su ejemplo a seguir luchando por un mundo mejor.
La edad y los achaques, que van minanando su salud, la obligan a mudarse con Mari Loli, su nieta, que desde entonces ha cuidado de ella como del preciado bien que fué siempre, y alejarse de este su barrio, por el que tanto luchó y en el que era querida por tanta gente.
Acabamos de perder a una de esas mujeres imprescindibles, en la militancia y en la vida. En las mujeres y hombres que formamos la Agrupación de Tetuán, se mezclan el dolor por tu partida, junto con el sentimiento de fortuna por haber compartido tantas tardes de aprendizaje a tu lado, tu ejemplo vívido y transparente.
Seguiremos adelante en la lucha, con la fuerza de tu ejemplo, sabiéndonos herederos y herederas de hombres y mujeres que como tú, habéis dedicado vuestra vida a la construcción de una sociedad de justicia, luchando por el comunismo, y celebrando haber tenido tan gran maestra.