El pasado 25 de marzo, un diario de tirada nacional, se hacía eco de una noticia en la que indicaba que, en el transcurso de una inspección en un local de ocio nocturno en el distrito de Tetuán, 5 agentes del cuerpo de Policía Municipal resultaban heridos leves a consecuencia de la intervención rutinaria. Este hecho, transmitido por el referido medio de forma tendenciosa, provocó una campaña en redes sociales por parte de cargos públicos e institucionales del partido Ciudadanos en contra de la concejal presidenta del Distrito, Montserrat Galcerán.

Algunos de estos mensajes acusaban a la concejala directamente de deberse a la delincuencia “que sustenta (y le sustenta)” que fueron difundidos desde las cuentas de cargos públicos de este partido.

Ante estos hechos, la Asamblea de Izquierda Unida de Tetuán manifiesta:

1. Nuestro total apoyo a la Concejala Presidenta del Distrito de Tetuán, Montserrat Galcerán, ante esta campaña difamatoria.
2. Nuestro absoluto desprecio a estas afirmaciones, que entendemos están fuera de toda razonable crítica política, ya que la acusación de sustentar la delincuencia, podría encuadrarse en un posible delito de injurias e intromisión en el derecho al honor. En este sentido animamos a la concejala presidenta de Tetuán a tomar todas las acciones, incluidas las judiciales en defensa de su honor.
3. Nuestro rechazo a la estrategia que el partido Ciudadanos que pretende convertir el legítimo debate político en un plató de sensacionalismo mediático en que todo vale, incluso las ofensas personales con tal de ganar un puñado de votos, deteriorando y crispando de manera intencionada la vida política de nuestro distrito, atacando su buen nombre y poniendo en riesgo la convivencia y tranquilidad de nuestros vecinos y vecinas.
4. Entendemos que las afirmaciones de que la concejala presidenta está sustentada por la delincuencia son un grave insulto y desprecio a las 21.160 personas que en Tetuán votamos y apoyamos a la candidatura de Ahora Madrid al considerarnos delincuentes.

El legítimo debate político requiere de la honestidad de las fuerzas que lo protagonizan. Actitudes, acusaciones y declaraciones que sobrepasan los límites del respeto al honor y la dignidad de las personas desvirtúa y sabotea los espacios de diálogo fundamentales para para desarrollar una convivencia democrática. El alarmismo, el amarillismo y los comportamientos faltos de escrúpulos que tratan de enardecer los ánimos no deben tener cabida en la política.